ZOOLOGÍA - INTRODUCCIÓN: Características de los animales - 2ª parte

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Zoología

INTRODUCCIÓN

Características de los animales - 2ª parte


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Los animales pluricelulares: los metazoos (continuación)

Aspectos físicos y funcionales de los metazoos

Movimiento

letra capitular El movimiento es una característica de los metazoos que se desprende de sus dos rasgos básicos: pluricelularidad y función heterótrofa.

Esta capacidad de moverse puede ser activa, por medio de la locomoción trasladándose de un punto a otro, o pasiva, ejemplo de determinados animales acuáticos que viven fijos al sustrato, pero que son capaces de balancear o mover su cuerpo o brazos,  y así generar corrientes de agua para atraer hacia sí el alimento.

El movimiento es una característica de los metazoos que se desprende de sus dos rasgos básicos: pluricelularidad y función heterótrofa
El movimiento es una característica de los metazoos que se desprende de sus dos rasgos básicos: pluricelularidad y función heterótrofa

El movimiento en los animales significa mayor consumo energético, eso determina una reducción de la superficie corporal. En los vegetales ocurre al revés, precisamente por carecer de capacidad de movimiento, lo que les faculta para transformar la mayor parte de su energía en la formación de tejidos.

El movimiento implica una simetría bilateral del cuerpo de los animales en la dirección en que se desplazan, que se distingue por formas alargadas. Por su parte, la cabeza tiende a ser diferenciada en los animales activos, acogiendo los órganos de los sentidos. Estas características suelen ser contrarias en los animales sésiles o pasivos (que viven fijos a un sustrato), los cuales presentan cuerpos radiales y cabeza no diferenciada.

Nutrición

Como se ha dicho, la nutrición de todos los animales o metazoos es heterótrofa. La falta de medios para sintetizar el propio alimento, tal como realizan la mayoría de los vegetales mediante la fotosíntesis (autótrofos), implica la necesidad de disponer de sistemas digestivos para procesar las sustancias orgánicas ingeridas.

Todos los animales son heterótrofos al ser incapaces de sintetizar su propio alimento, es decir, se alimentan de lo que producen otros organismos: los autótrofos
Todos los animales son heterótrofos al ser incapaces de sintetizar su propio alimento, es decir, se alimentan de lo que producen otros organismos: los autótrofos

La alimentación no autótrofa obliga a los animales a procurarse el alimento, y eso supone la influencia de factores bióticos que son estudiados por la ecología animal, tal como el factor etológico de la competencia.

Cuando existe competencia en la búsqueda del alimento se establecen niveles tróficos entre animales (unos son cazadores y otros presas), y especializaciones de los hábitos de alimentación (unos son herbívoros y otros carnívoros o insectívoros).

Otros aspectos funcionales

El resto de aspectos funcionales de los metazoos se deducen con los mismos razonamientos esgrimidos en los casos anteriores. Así, las características de movimiento y proceso de nutrición de los animales, implica disponer igualmente de sistemas, órganos y sentidos. Por ello, es común en los metazoos la existencia de un sistema circulatorio, respiratorio, digestivo, nervioso, muscular, esquelético, excretor y reproductor.

Los animales no sólo presentan peculiaridades que los diferencian entre sí, sino también numerosas similitudes que se pueden utilizar como base para su agrupación sistemática.

La sistematización del reino animal alcanzó precisión y rigurosidad a partir del siglo XVII gracias a Linneo. Con anterioridad se clasificaban los animales en dos grandes niveles llamados troncos (el de los vertebrados e invertebrados), los cuales se pueden dividir en tipos o categorías en base a características propias que los distinguen unos de otros. Aunque este método es orientativo, dadas las numerosas diferencias en formas y estructuras desarrolladas por los animales, no goza sin embargo de valor sistemático o taxonómico alguno. El tronco de los invertebrados es un nivel heterogéneo que incluye animales pertenecientes a grupos muy diversos. Por su parte, los vertebrados constituyen un nivel de altísima complejidad, debido a numerosas características diferenciales existentes entre todos los seres que contiene.

Los animales se dividen en una serie de categorías o taxones que, ordenados de mayor a menor, son: reino, fillum (fila o tipo), clase, orden, familia, género y especie. A un animal concreto se le asignan dos nombres, el primero referido al género y el segundo referido a la especie, generalmente descrito en latín; a este sistema se le llama sistema binomial. Por ejemplo, la ballena azul, el mamífero más grande del planeta, en el sistema binomial se le denomina Balaenoptera musculus.

Según que los animales estén constituidos por una célula, o por un conjunto de ellas más o menos complejas, se dividen en protozoos y metazoos. Los protozoos son seres que pueden tener similitudes con los animales (zooflagelados), pero también con los vegetales (fitoflagelados), por ello comenzaremos nuestra tabla de clasificación en los metazoos o metazoarios, cuyos rasgos más básicos pueden ser considerados como incluidos en el reino animal.

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